Entrevista con Fernando Bazán López, socio y director del área laboral de CMS Albiñana & Suárez de Lezo
La práctica laboral se expande en los despachos. La crisis económica y todas sus derivaciones generan en los bufetes la necesidad de contar con los mejores profesionales en este terreno. Es el caso del despacho CMS Albiñana & Suárez de Lezo que acaba de incorporar a su equipo de profesionales a Fernando Bazán en calidad de socio y director del área Laboral de la firma. Procedente de Garrigues Abogados, su función en el despacho será la dirección y coordinación del departamento Laboral, práctica que en los últimos tiempos viene experimentado una fuerte actividad. Desde su perspectiva de jurista, experto en conflictividad laboral, la crisis ha desvirtuado, confundiéndolas las figuras de despido “Es cierto que existe una cierta cultura por parte de los trabajadores de “mis 45 días”, pero no sólo por la crisis. No olvidemos la dificultad de obtener sentencias favorables para las compañías en los procedimientos por despido, tanto disciplinarios como objetivos, que pueden “ayudar” a la tendencia de las Compañías a reconocer la improcedencia de los despidos que acometen.”
Fernando Bazán es licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, y Máster en Derecho Empresarial por el Centro de Estudios Garrigues. Antes de su incorporación al despacho que dirigen César Albiñana y Rafael Suárez de Lezo, Bazán ha desarrollado su trayectoria profesional en el departamento Laboral de Garrigues Abogados. Trabajó también en el despacho americano Kavanagh Maloney & Osnato de Nueva York y en Asesores Legales Asociados en Madrid.
El nuevo fichaje de CMS Albiñana & Suárez de Lezo es experto en reestructuraciones, Expedientes de Regulación de Empleo y en asuntos de Negociación Colectiva. Su bagaje profesional se completa con sus actividades como profesor en el Master Laboral y en el Master de Derecho Empresarial del Centro de Estudios Garrigues.
“Este es un buen momento porque el derecho laboral ha dejado de ser una asignatura de soporte en los despachos para convertirse en una asignatura en sí mismo y la firma cuenta con todas las posibilidades de ser líder también en el ámbito laboral. Para mí es una enorme satisfacción formar parte del equipo de CMS Albiñana & Suárez de Lezo, donde aportaré toda mi experiencia e impulso para el desarrollo del departamento Laboral de la firma”, subraya el nuevo director del área laboral.
La experiencia de Fernando Bazán López será un factor decisivo para ejercer como responsable del área laboral de CMS Albiñana & Suárez de Lezo, especialmente ante las últimas novedades legislativas que han tenido lugar en el último año en esta práctica jurídica, y por el incremento de la actividad de asesoramiento legal en el ámbito laboral.
Para Rafael Suárez de Lezo, socio director de CMS Albiñana & Suárez de Lezo “contar con un profesional del nivel y prestigio de Fernando Bazán será clave para reforzar de manera extraordinaria nuestra expansión en esta área, y ello responde al nivel de exigencia y profesional que debemos dar a nuestros clientes. Para nuestra firma es un gran privilegio contar en nuestro equipo con profesionales de la talla de nuestro nuevo director de Laboral”
Señor Bazán, ¿qué le ha movido a aceptar la oferta de CMS Albiñana y qué primeras actividades va a impulsar dentro de esta firma en los primeros 100 días de trabajo?
El proyecto que se me ha ofrecido no puede ser más atractivo. Es un gran momento para expandir la práctica laboral y hacer de ésta una disciplina en sí misma. CMS Albiñana y Suárez de Lezo tiene el potencial, los recursos y las ganas para que así sea.
Los primeros días de trabajo servirán para diseñar la estrategia del crecimiento y hacer saber al mercado el potencial de esta práctica en el despacho.
¿Qué habría que cambiar en nuestro país a nivel normativo para desarrollar el concepto de flexiseguridad que ahora se debate? ¿Ha llegado el momento de modificar el Estatuto de los Trabajadores?
En primer lugar es necesario adaptar el modelo a la mentalidad española. El concepto de la flexiseguridad en lo que se refiere a una mayor flexibilidad en las relaciones laborales entre empresarios y trabajadores, debe ser fruto de una adaptación de las relaciones laborales al actual mercado, pero desde el convencimiento de los agentes sociales. Será complicado que el cambio venga dado exclusivamente por una modificación normativa.
El Gobierno ha presentado un documento a los agentes sociales. ¿Hasta qué punto puede ser un buen elemento para impulsar una reforma laboral en nuestro país?
Lo principal es que sea un documento consensuado y que dé cabida a las necesidades de todos los agentes sociales, en la medida que estos se vean reflejados, será positivo para nuestro país.
Volviendo a esa reforma, ¿cómo cree que debería ser la reforma laboral? ¿Tiene algún paralelismo con la efectuada en el año 1994?
Sin perjuicio de las bondades de dicha reforma, hay que analizar las situaciones en su propio contexto. Como cualquier otra realidad, las necesidades regulatorias en el ámbito laboral evolucionan, de manera que lo importante es que las reformas que se lleven a cabo reflejen la realidad del momento en que se acometen.
Desde su punto de vista, que el Gobierno haya marcado unos plazos para realizar esa reforma, ¿es positivo?
Trabajar con plazos y metas es fundamental para ir obteniendo resultados.
Si bien es cierto que en ocasiones, si no se alcanzan los plazos fijados, se puede frustrar la negociación en su conjunto, entiendo que es positivo siempre que se trate de plazos razonables.
Se habla de diálogo social, pero en muchas ocasiones la empresa no puede hacer suyo ese convenio colectivo. ¿qué debe hacerse en estas situaciones?
Cada empresa tiene su propia realidad, es complicado diagnosticar una problemática común. Por ello, el asesor laboral debe conocer las interioridades del cliente, sus problemas, sus dificultades, todo ello con objeto de ayudar eficazmente en la solución de los problemas colectivos que se le presenten.
¿Cuál es su opinión sobre el debate que se ha abierto sobre las pensiones, y voces como la de Ramón Tamames, prestigioso economista que pide el retraso hasta los 69 años?
Es importante analizar todos los aspectos, por un lado es cierto que cada día nuestros mayores son más jóvenes y que parece existir una tendencia natural a prolongar la vida laboral. Además, también es fundamental considerar la sostenibilidad del sistema.
En cualquier caso requiere de un estudio a profundidad antes de tomar una decisión.
Respecto a los EREs, ¿Cómo valora la necesidad de contar con autorización administrativa para que se lleve a cabo?
Es importante que se regulen los EREs y que la Administración vigile y haga cumplir los requisitos legales existentes, incluso que pueda mediar para buscar soluciones consensuadas, pero no hay que perder de vista que las empresas funcionan y generan beneficios en tanto su estructura laboral así lo permita e impulse.
¿No cree que la propia dinámica de la crisis ha distorsionado las dos figuras de despido que existen y que al final la empresa decide apostar por el despido improcedente, aunque no sea el caso?
Es cierto que existe una cierta cultura por parte de los trabajadores de “mis 45 días”, pero no sólo por la crisis. No olvidemos la dificultad de obtener sentencias favorables para las compañías en los procedimientos por despido, tanto disciplinarios como objetivos, que pueden “ayudar” a la tendencia de las Compañías a reconocer la improcedencia de los despidos que acometen.
En un momento como el actual, con más de cuatro millones de parados, ¿no cree que hay que pensar en modificar el funcionamiento del INEM y dar más cancha a las Agencias de Colocación Privadas?
El desempleo no debe reducirse a al cobro de una prestación, hay que sentar las bases para que se incentive la rápida recolocación, abriendo el abanico de posibilidades laborales, incentivando la movilidad geográfica y funcional, etc.
Por último, dénos su opinión sobre el problema de la justicia, también ya situación que se ve en el campo laboral, ¿qué debería hacerse para agilizarla de forma conveniente?
Es cierto que faltan medios, pero igual habría que pensar en revisar el concepto de justicia gratuita en el ámbito laboral. En ocasiones se producen abusos dada la inexistencia de consecuencias a la hora de interponer una demanda laboral.
Publicado en: diariojuridico.com