Miguel Ángel Agúndez, presidente Comité Energia e Ingenieria de Arbitraje y Mediacion de AEADE “Las instituciones no apoyan como seria lógico y económicamente justo al arbitraje.”
Es evidente que el futuro del arbitraje pasa por la especialización. Así lo ha entendido la Asociación Europea de Arbitraje (Aeade) que ha puesto en marcha el Comité de Arbitraje y Mediación de la Energia e Ingeniería con objeto de dirimir asuntos que tengan que ver con las empresas de este sector tan importante para la industria nacional. Para Miguel Angel Agúndez, su presidente, esta iniciativa es bastante útil y contará con un perfil de árbitros muy especializados y formados en estos temas: “El de los ingenieros en general es el de profesionales que han ocupado puestos de responsabilidad y tienen una experiencia muy importante, tanto de gestión como técnica, y especializada tanto en proyectos de ingeniería como en temas eléctricos o de transporte. Se pretende que los árbitros sean los totalmente idóneos para este comité específico. Respecto a los abogados, además de provenir en su mayoría de cuerpos como abogados del estado o letrados del consejo de estado, todos ellos a lo largo de su vida profesional han tenido amplia experiencia en arbitrajes y asuntos mercantiles y civiles.”
El Comité de Arbitraje y Mediación de la Energía y la Ingeniería, una iniciativa fruto del esfuerzo de la Asociación Europea de Arbitraje (Aeade) y del Colegio Nacional de Ingenieros del ICAI, surge con el propósito de dirimir a través del arbitraje y la mediación los conflictos que puedan surgir en las empresas de los sectores de la energía y la ingeniería. Las principales características del Comité son su panel de árbitros, integrado por abogados e ingenieros de reconocido prestigio y su alto nivel de especialización. Este Comité se presentó a finales del pasado año El Comité en el Aula Magna de la Universidad Pontificia Comillas, en un acto que contó con la presencia de José Ramón Busto, Rector Magnífico de la Universidad Pontificia Comillas, Miguel Ángel Agúndez Betelu, presidente del Comité, Juan Ignacio Barrero Valverde y Javier Íscar de Hoyos, presidente y secretario general respectivamente de la Asociación Europea de Arbitraje, José Fernando Merino Merchán, presidente del Comité de Garantías y Designaciones de Aeade y Rafael Miranda Robredo, presidente de la Fundación Endesa.
Entre los árbitros que conforman el listado de expertos figuran, entre muchos otros el propio Miranda Robredo, Miguel Ángel Agúndez Beteluz, presidente de la Asociación/Colegio de Ingenieros del ICAI y Avelino Brito Marquina, director general adjunto de AENOR, dentro de los ingenieros. Entre los abogados se encuentran, también entre otros muchos, Íñigo Coello de Portugal Martínez del Peral, letrado del Consejo de Estado, Mariano Aguayo, presidente de Mariano Aguayo Abogados o Enrique Arnaldo Alcubilla, Letrado de las Cortes Generales.
Este Comité tendrá como misión proporcionar una solución eficaz y especializada a todas aquellas controversias que afecten a las empresas de los sectores de la energía y de la ingeniería; y que quieran dirimir mediante arbitraje o mediación. Con esta iniciativa Aeade reafirma su apuesta por la especialización de los árbitros para alcanzar la excelencia en el arbitraje y la mediación.
Sr Agúndez, ¿con qué expectativas aparece este Comité de Expertos de Aeade? ¿Tienen estimaciones de los contratos que se firman en este sector con carácter anual?
Pensamos que será de gran utilidad para todos los profesionales de la ingeniería, dado que su especial formación hace que sea más necesario para ellos el resolver los conflictos con la mayor rapidez y con una lógica más de gestión y equidad que de forma más formal y constreñida.
En un momento en el que no queda claro el arbitraje de derecho, por los últimos cambios legislativos, ¿cómo cree que se va a compaginar el trabajo conjunto en este Comité de abogados e ingenieros?
Creo que es una combinación perfecta pues hoy día los problemas son cada vez más técnicos y a su vez los técnicos cada vez sienten más la necesidad del derecho en sus relaciones. Esto conlleva una mayor importancia del análisis técnico para resolver las controversias derivadas de un contrato que cada día tiene, también, un carácter más técnico.
¿Cuál es el perfil de los árbitros de este Comité? ¿Quién puede formar parte de esta entidad como árbitro?
El de los ingenieros en general es el de profesionales que han ocupado puestos de responsabilidad y tienen una experiencia muy importante, tanto de gestión como técnica, y especializada tanto en proyectos de ingeniería como en temas eléctricos o de transporte. Se pretende que los árbitros sean los totalmente idóneos para este comité específico.
En relación a los abogados, además de provenir en su mayoría de cuerpos como abogados del estado o letrados del consejo de estado, todos ellos a lo largo de su vida profesional han tenido amplia experiencia en arbitrajes y asuntos mercantiles y civiles.
¿Qué estrategia van a desarrollar para mentalizar a la empresa relacionada con la energía e ingeniería de que es mejor acudir al arbitraje que a la via judicial?
Seguiremos dos grandes líneas: además de explicar la ventaja en si misma del arbitraje, tanto en la rapidez como la discreción y el coso del procedimiento, incidiremos en que, en este caso, se une el conocimiento específico y profundo del tema en conflicto, lo que da una mayor garantía de seguridad en la calidad del fallo. Para ello se informará ampliamente, y a través de los recursos de los que dispone la Asociación/Colegio, a nuestro colectivo de estas posibilidades.
¿Qué opinión tiene del apoyo de las instituciones al arbitraje? ¿Es lícito que el peso de mejorar nuestra justicia caiga sobre la implantación de las soluciones extrajudiciales?
Las instituciones no apoyan como seria lógico y económicamente justo al arbitraje. Si se analiza el costo de la justicia y el costo del arbitraje, aunque fuese solamente por la rapidez del procedimiento, habría que decantarse por este último sistema. Hay que decir muy claro que no es una privatización de la justicia sino una manera más empresarial de resolver los problemas, es decir rápida, sencilla y sin publicidad.
En general este apoyo por parte de las instituciones administrativas sigue sin existir, por más que están actualizando la legislación a tal efecto (aunque en algunos aspectos con poca fortuna) pero la realidad es la que es y la administración no acepta que, para resolver sus posibles conflictos con sus contratistas, se vaya a una solución de arbitraje que sería más rápida y económica para el proveedor.
Pienso que la justicia y el arbitraje son instituciones distintas. La administración debe mejorar y agilizar la justicia ya la economía actualmente no puede depender en tantos casos para la resolución de un conflicto del paso del tiempo. Esto hace que muchas empresas no tomen decisiones de crecimiento hasta no tener claro cual es su situación después de un conflicto.
El arbitraje siempre va en una línea paralela a la judicial para la solución de los conflictos, pero no solo es eficaz en la solución sino también en evitar la controversia, pues debe utilizarse antes de que ésta se produzca.
¿Qué diferencias esenciales existe entre un procedimiento internacional y otro de carácter doméstico, desde el punto de vista arbitral?
A nivel conceptual creo que ninguna. Existen diferentes Cortes con sus reglamentos que hacen que el procedimiento varíe tanto en lo que respecta a la elección de los árbitros, como en lo relativo a medios de prueba y normativa aplicada. Por ello creo que, más que la nacionalidad de la corte, es importante ver las características de la misma desde el punto de vista jurídico- técnico y económico.
¿Cómo valora la entrada próxima de la Ley de Mediación en este año ?, ¿Es lógico buscar alguna relación entre arbitraje y mediación en este sentido?
Es positiva la existencia de una regulación en tanto que parece potenciar el arbitraje en un sentido amplio pero, como todo, creemos que puede y debe ser mejorada con la figura del arbitraje de equidad y con la ejecución de los laudos.
Es muy importante que exista una figura específica como la mediación, pues seguro que ayudará a que se puedan solucionar controversias sin llegar a producirse conflictos y contribuirá a que se agilicen todas las relaciones mercantiles.
¿No cree que respecto a la mediación, su falta de ejecutividad es un hándicap que las empresas pueden utilizar para no cumplir la resolución? ¿Debería ser la mediación ejecutiva, entonces?
Por su puesto que su falta de ejecutividad es un hándicap muy importante y es uno de los elementos limitativos de su eficacia, pues toda la rapidez del procedimiento se ve afectada en este punto. Pienso que se debería crear un sistema que garantizase la ejecutividad de una manera reglada y pienso que las partes deberían pactar modos de resolver la situación actual.
Creo que la mediación debe ser ejecutiva salvaguardando los intereses de las partes y tal vez debería existir una Cámara específica para resolver los conflictos derivados de la ejecutividad.
¿Por qué hay tantas Cortes Arbítrales en nuestro país? ¿No cree que tanta diversidad asusta al empresario y le hace confiar en Cortes extranjeras?
Si, hay demasiadas Cortes de arbitraje en España y pocos arbitrajes, y creo es debido a nuestra propia idiosincrasia, que tiene tendencia muy generalista tanto en los conocimientos como en su ubicación, y excesivamente jurídica para solventar problemas cada día más técnicos. Por eso creo que es buena idea el crear una corte para temas específicos, en la que el empresario tenga la seguridad de que se van a tratar sus problemas por expertos jurídicos y técnicos en esa materia, lo que le proporciona una mayor seguridad en la equidad de la resolución de su controversia.
Esa diversidad hace que el empresario no solo acuda a Cortes Extranjeras sino que no acuda a ninguna corte, aunque sepa que la vía judicial no es la mejor solución, por el largo tiempo que supone para la resolución como los costos reales y de oportunidad..
Por último, dénos su opinión sobre el problema de la justicia en España y una forma de resolverlo.
Me es difícil el hablar tan genéricamente de un problema que esta siendo muy estudiado por personas muy competentes. Desde luego, y salvo mejor opinión, creo que hay dos ideas que lo mejorarían y una de ellas es fomentar muchísimo más el arbitraje tanto de derecho como de equidad y la figura de la mediación. La otra idea es, que en ese espíritu que si es necesario mantener, se acude a la justicia con demasiada alegría por el poco precio de la misma, que no su coste, es decir que hay muchas demandas que posteriormente quedan en nada, y eso debería tener un precio para el que inicia dichas demandas.
Publicado en: diariojuridico.com