Claves para hacer negocios en China
Por Víctor Cortizo, socio director de Cortizo Abogados.
Desde el año 2006, y como consecuencia del desarrollo internacional de nuestros clientes, en CORTIZO abogados hemos venido desarrollando parte de nuestra actividad profesional en la República Popular China, tanto en el asesoramiento de la presencia de empresas allí, como en la relaciones entre empresas españolas y chinas para desarrollar actividad empresarial en nuestro país. Pero, ¿cómo está actualmente la situación para aquellas empresas que estén a punto de dar el salto a este país?, ¿qué deben tener en cuenta y por donde deben comenzar?
Estamos ante una creciente importancia del gigante asiático que nos ofrece a menudo dos puntos de vista incompletos del mismo. El primero el de quienes solo piensan en el gran tamaño de ese mercado y se lanzan a la conquista del mismo sin evaluar las posibilidades y riesgos. Y, por otra parte, los que alarmados por la diferente cultura, idioma o distancia (a pesar de tener serias posibilidades de éxito) renuncian desde el primer momento a esa aventura. La opción correcta está en el medio camino entre unos y otros, siendo por una parte realista reconociendo el valor de nuestro negocio y, por otro, una cierta dosis de valor que nos permita avanzar de enormes posibilidades y algunos riesgos.
No existen recetas y la presencia de nuestras empresas es todavía reducida comparada a la de empresas de otros países de nuestro entorno. Pero aunque estamos antes un mercando difícil consideramos que con el asesoramiento adecuado y la toma de decisiones estratégicas y temporales correctas puede ser para las empresas un ámbito de gran desarrollo y con un gran potencial a lo largo del tiempo.
La primera afirmación que podemos realizar es que China no sólo es espacio para la presencia de grandes compañías españolas tal y como vamos conociendo a menudo por los medios de comunicación. El tamaño medio de una gran parte del tejido empresarial español es idóneo para la presencia en China, principalmente por la lexibilidad en la toma de decisiones, la implicación de la propiedad y dirección y la capacidad de responder ágilmente a las demandas de ese mercado.
Para ello son necesarias una serie de actitudes básicas que podemos resumir en la siguientes: la convicción en el crecimiento en ese destino, buscando nuestro “mercado” en un país con muchos “mercados”, dando pasos con un plan estratégico ambicioso y realista, haciendo aquello que sabemos hacer aquí y evitando embarcarnos en negocios o visiones de negocio que desconocemos, generosos pero manteniendo el control de nuestros elementos más propios. Con estas actitudes podemos comenzar buscando datos fiables (tarea siempre difícil) y fijarnos en otras experiencias como la nuestra (españolas o no) y naturalmente viajar, superando la tradicional resistencia a movernos todas las veces que sea necesario.
Una vez tomada la decisión, tendremos que dar los primeros pasos que podemos resumir en cuatro grandes bloques:
Evaluación de la inversión y plazos
Como todo desarrollo necesitaremos hacer inversión y aunque existen posibilidades de apoyo a la internacionalización desde entidades públicas nacionales o autonómicas, es mejor tener clara la inversión y, si es posible, no supeditarla a estas ayudas.
Instalación física o sede del desarrollo de nuestro negocio
Una decisión importante es el lugar. En ocasiones acudimos a la ciudad que conocemos o donde conocemos a alguien, y nos olvidamos del gran tamaño del país y sus ciudades. Algunas veces nuestro negocio tiene poco desarrollo en determinadas ciudades y podría haber sido totalmente exitoso en otras. China tiene ya una moderna red de aeropuertos y líneas aéreas que nos acercan a cualquier lugar del país donde descubriremos el impresionante crecimiento y las posibilidades de encontrar espacios adecuados a nuestras necesidades.
La forma jurídica
Aunque no trabajamos con un sistema jurídico como el nuestro no es difícil comprender muchas instituciones similares y las peculiaridades de su régimen jurídico. Las posibilidades de presencia de las empresas de capital extranjero (WFOE) son muy grandes y cada vez son menos los sectores sometidos a limitaciones o restricciones. Es necesario estudiar que estructura inicial es necesaria y como debería evolucionar, comenzando en ocasiones por una simple oficina de representación (posibilidad que comienza a tener muchas limitaciones) o directamente con la constitución de la compañía de capital extranjero o una joint venture.
Igualmente es necesario conocer desde el principio las claves básicas del importante sistema fiscal y tributario chino.
El personal, desplazado o local
Sea cual sea nuestro ámbito de trabajo necesitaremos personal local y extranjero. Por una parte es necesario seleccionar bien al trabajador español y, por otra, la siempre complicada selección de trabajadores chinos. Por otro lado es necesario conocer el cada vez más riguroso sistema laboral chino y de respeto de condiciones laborales.
Son tiempos complicados para el desarrollo de negocio en nuestro país y probablemente la salida exterior es una de la opciones serias que tienen gran parte de empresas no sólo de cara a la superación de estos momentos sino de cara a la estabilidad futura de nuestras compañías; Y, en ese sentido, China se ha convertido en una referencia de crecimiento, estabilidad y potencial para las empresas de todo el mundo.
Publicado en: diariojuridico.com