La Audiencia Nacional ha condenado a 85 años de cárcel al etarra Félix Ignacio Esparza Luri por asesinar en 1983 en Bilbao al teniente de la Policía Julio Segarra, al que acababan de raptar, y al agente Pedro Barquero y a la mujer de éste último, que estaba embarazada, y que sorprendieron a los etarras durante el secuestro.

La sección segunda de la Sala de lo Penal condena también a 39 años de prisión al etarra Juan Manuel Inciarte por el secuestro y ejecución de Segarra, aunque le absuelve del asesinato de Barquero, así como de otro delito de asesinato en concurso ideal con un delito de aborto, en relación a la mujer embarazada que falleció en esta acción terrorista.

La sentencia impone además a Esparza Luri y a Juan Manuel Inciarte el pago de una indemnización de 90.000 euros a los herederos de las víctimas de este atentado por cuyo asesinato han sido condenados.

Según el relato de hechos probados, Inciarte y Esparza Luri acordaron, con otros dos integrantes del “comando Vizcaya” -los ya condenados por estos hechos Enrique Letona Viteri y José Félix Zabarte- secuestrar a Segarra “con la intención de intercambiarlo con presos de la organización” y tenían la orden de matarle “si había problemas”.

Con este objetivo, el 4 de mayo de 1983, miembros del comando robaron un vehículo e Inciarte y otro miembro del comando llamado “Sebas” llevaron al propietario del coche a Portugalete y allí le dejaron en libertad.

ras perpetrar los tres asesinatos, los etarras huyeron en el Renault 12 y posteriormente lo dejaron abandonado en un callejón sin salida, lo que permitió a los investigadores extraer una huella dactilar de Letona.

En el garaje se recogieron diez vainas, dos de las cuales correspondían a una pistola FN-Browning que le fue intervenida a Zabarte.

Para el tribunal ha quedado “sin ningún género de duda” acreditada la participación de Esparaza Luri en el asesinato de estas tres personas, mientras que no se ha demostrado que Inciarte tuviera conocimiento de la presencia de Barquero y su esposa en el lugar de los hechos, ya que él no se trasladó al garaje, y, por tanto, no pudo saber que se acordó el asesinato “habiendo resultado su presencia un acto sorpresa”.

2011-05-04 Sentencia Asesinato Pedro Barquero y Su Esposa

Publicado en: diariojuridico.com