La Reputación online de los despachos de abogados y la retirada de contenidos de Internet
Por Rafael Gimeno-Bayón del Molino. Socio de www.reputaciononlinelegal.es @reputacionlegal
Los abogados somos un colectivo al que nos ha costado (y nos cuesta) entender el medio de Internet y su potencial.
Ignorar que tan sólo en España hay 29 millones de Internautas es ignorar un mercado potencial enorme. Es obvio que las generalizaciones son malas, pero es cierto que la mayor parte de los despachos de abogados, amén de otros colectivos, no se da cuenta del potencial de la red.
Hemos no obstante de entender que dicha aversión tiene cierto sentido, ya que los canales de captación de clientes no son los mismos que en otro tipo de relaciones, ya que la confianza para un abogado es clave.
Introducido pues que los abogados tienen “alergia” a la red, se entiende que despachos de abogados dejen al libre albedrío comentarios de su gestión a la “buena de dios” o, mejor dicho –sin ofender a nadie – “ a la buena del buscador”.
Porque, efectivamente, el posible cliente referenciado por otro acudirá seguramente en muchos casos a “San Google” para comprobar lo que se dice de nosotros en la red y es en este lugar en el que comprobará que o se habla bién, o se habla mal o no se habla, con lo que se podrá ver de primera mano que los despachos de abogados no tienen una planificación de su IDENTIDAD DIGITAL, que es el desarrollo de la identidad en la red.
Si desarrollamos la Identidad Digital, podemos tener cierto control sobre nuestra reputación online en los primeros puestos del buscador ya que, no nos olvidemos, la reputación no sólo depende de nosotros.
En esa primera página del buscador, (Google actualmente con el 95% de cuota de mercado en España) los 10 primeros lugares son claves respecto a la imagen que se pueden hacer de nosotros. A diferencia de la reputación off line, que se elabora sustancialmente por comentarios y medios de comunicación en papel, la reputación on line permanece en el tiempo y es fácilmente visible y universal.
Hay ciertos datos que pueden hacer entender la importancia de la reputación on line. Según la consultora Guidance en el ámbito del consumo, internet es la principal fuente de información, con independencia de que la compra se produzca a través de Internet o no. Teniendo en cuenta además que el 88% de los consumidores buscan en la red, antes de comprar, el 67% de los consumidores miran otras opiniones en Internet, y, de éstos, el 89% reconoce que se sienten influenciados o muy influenciados por estos comentarios a la hora de tomar una decisión.
La monitorización es el sistema por el que se controla la red de forma constante. Estos servicios pueden ser contratados a empresas externas, pero también existen otros -como primer paso- prácticos y sencillos, como configurar el “google alerts” con el nombre del despacho o bién por nuestro nombre y apellidos.
Ahora bién, ¿qué ocurre si aparece un comentario negativo en la red?
Los comentarios negativos pueden proceder de empleados o de la propia competencia y debe hacerse un estudio del contenido vejatorio antes de abordar su gestión, que requiere paciencia, inmediatez en cuanto a la valoración, conocimiento y experiencia en este tipo de sucesos.
Ante una agresión consideramos que debemos en primer lugar valorar el grado de visibilidad frente a terceros (en qué lugar se posiciona en el buscador o en qué lugar consta la agresión – dícese un foro, revista especializada etc….). También debe valorarse el grado de influencia que puede tener el mismo, depende mucho de quién lo dice y cómo lo dice. No es lo mismo la opinión de otro directivo, de un ex trabajador o de un anónimo…… Por último debe valorarse el grado de difusión (Twitter como ejemplo de difusión masiva).
Una vez analizados los “tres grados” debemos valorar qué estrategia es la más acorde.
Existe la creencia que es imposible retirar contenidos de la Red, pero existen técnicas que permiten retirar los contenidos.
En definitiva, la reputación on line es importante, todos necesitamos ser reconocidos y creo que debemos tener una actitud preventiva, así como estar preparados para la reactiva en caso de necesidad.
¿Googleamos al despacho?
Publicado en: diariojuridico.com