Las mujeres juristas reclaman que los jueces reciban formación obligatoria sobre violencia de género
“La falta de paridad implica un déficit democrático”. Con esta premisa se encabeza el manifiesto de la Junta de Gobierno del Colegio de Abogados de Madrid (ICAM), suscrito en la clausura de la II Cumbre de Mujeres Juristas, en la que también se destacó la necesidad de erradicar la violencia de género y se abogó porque los jueces y personal de la Administración reciban formación obligatoria sobre esta materia. El evento tuvo lugar el pasado viernes y sábado en el ICAM a cargo de la decana, Sonia Gumpert, y las diputadas Begoña Castro y Mayte Nadal.
Abogadas, juezas y otras profesionales del sector jurídico abogaron para que los poderes públicos velen por la aplicación del principio de presencia equilibrada entre mujeres y hombres, tanto en el ámbito público como en el privado, y fomenten la presencia de mujeres en cargos directivos de la Administración. “Las mujeres juristas en política tienen la responsabilidad de fomentar el principio de igualdad de oportunidades, y su aportación es imprescindible porque desde su posición pueden influir en el cambio de leyes que ayuden al resto de las mujeres a avanzar en sus ámbitos respectivos”, aseguran en el manifiesto.
Por otro lado, las profesionales que participaron en las jornadas recordaron que el incremento de la participación de las mujeres en el ámbito económico y empresarial exige su acceso a puestos de dirección y de responsabilidad en las empresas. “Los Poderes Públicos deben supervisar el cumplimiento de la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, de igualdad efectiva entre hombres y mujeres, garantizando que los planes de igualdad se implantan y se cumplen. No hay que limitarse a medidas que permitan a las mujeres conciliar su vida laboral y familiar, sino que deben adoptarse medidas concretas como la obligatoriedad de compartir la baja por maternidad, que fomenten la corresponsabilidad del hombre y lamujer en todos los ámbitos”, concreta el manifiesto.
Que sean las mismas mujeres las que rompan el techo de cristal es otro de los puntos de acuerdo que se alcanzaron a lo largo de las jornadas de debate. “Somos las mujeres quienes tenemos la responsabilidad de dar un paso adelante para romper el techo de cristal desde arriba. Para ello es imprescindible que seamos solidarias entre nosotras y nos ayudemos en el desarrollo de nuestra carrera profesional, eliminando las trabas que tradicionalmente nos hemos encontrado por nuestra condición de mujer”, concretan.
También se defendió la formación en igualdad y no discriminación en las escuelas y se señaló la erradicación de la violencia contra las mujeres como un objetivo prioritario, destacando la responsabilidad del Estado para proporcionar formación obligatoria a los jueces y personal administrativo sobre la aplicación del marco legal correspondiente.
Por otro lado, la difusión de información desde los medios de comunicación desde un enfoque de igualdad es “esencial”, afirma el texto de conclusiones que, además, destaca la importancia de prestar una mayor atención a las mujeres especialmente vulnerables que son objeto de discriminación múltiple, como ocurre en los casos de discapacidad intelectual o en situaciones de trata de mujeres.
María Telo, ‘musa’ del encuentro
A lo largo del encuentro se recordó la figura de la jurista y colegiada madrileña María Telo, que falleció el pasado agosto a la edad de 98 años. María Telo dedicó su vida a luchar por la igualdad entre hombres y mujeres y fue la principal artífice de la reforma del Código Civil español en 1975. Telo también organizó en España el primer Consejo de la Federación Internacional de Mujeres de Carreras Jurídicas en 1969, de la que era miembro desde 1956.
Sonia Gumpert se refirió a ella en la clausura del acto, en la que la calificó de ‘musa’ del encuentro, e hizo suyas las palabras de esta jurista: “Decir igualdad jurídica no quiere decir igualdad de hecho. Ahí queda un largo camino por recorrer, donde debe ser otra vez protagonista la mujer”.
Gumpert resaltó también la que fue su frase más conocida: “Se me metió entre ceja y ceja cambiar el Código Civil”, para dotar a las mujeres de los mismos derechos que los hombres. Además se refiró a que “el legado del compromiso activo de María Telo con la mujer permanecerá para siempre en la historia social y jurídica de nuestro país”. “A María no la vamos a olvidar”, concluyó.
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